Sánchez rechaza nuevos contenciosos judiciales con Cataluña y apoya el diálogo bilateral

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este viernes en su primera comparecencia desde que llegó a la Moncloaque no quiere abrir "ninguna vía judicial más" en Cataluña, a propósito de la presión que están haciendo al respecto tanto el PP y Ciudadanos. El presidente ha insistido en que el Gobierno defenderá la legalidad y el cumplimiento del Estatuto de Autonomía y ha abogado por resolver el problema “desde la política” y en el marco de la Constitución. En ese sentido, ha afirmado que hablar de otros mecanismos, ha explicado, es hacer "el caldo gordo"a quienes no quieren que esas relaciones fructifiquen "en aspectos positivos para Cataluña".

El itinerario del Gobierno, ha subrayado Sánchez, es el que se ha iniciado esta semana en la comisión bilateral, y que reunió a la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y el consejero de Acción Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall. El presidente ha defendido esta vía y se ha salido al paso de quienes han querido transmitir la sensación de fracaso. “La reunión no implicaba ya acuerdos, sino poner en marcha grupos de trabajo” a partir de septiembre y cuyos resultados empezaran a ser visibles en diciembre.

“Se trataba de formalizar la voluntad de diálogo y de normalizar las relaciones en una comisión que no se ha reunido en siete años”, ha enfatizado. La tensión territorial catalana, ha insistido, “no se va resolver ni en un mes, ni en dos, ni en un año, ni en dos años”. “Se viene larvando desde hace más de una década y va a exigir mucha paciencia, pedagogía, generosidad y altura de miras”, ha señalado, insistiendo en que “el objetivo en el corto plazo es normalizar las relaciones institucionales”.

El jefe del Gobierno ha reiterado que es consciente de que la solución al problema catalán pasa por una votación del conjunto de sus ciudadanos, pero la “discrepancia" que tiene con los independentistas es que “el acuerdo que se vote tiene que representar al 80% de la sociedad catalana”. Lo que plantean los independentistas, ha señalado, no representa a ese porcentaje. Con todo, el presidente confía en poder convencer al Govern “en el medio plazo” de que no existe otra salida que no sea a través de la Constitución. Ha manifestado que “hay que aprender de las lecciones de todo lo ocurrido con la crisis catalana”, y una de ellas es que “el agravio territorial y la confrontación entre personas no son proyectos que suman, sino que restan”.

Sánchez ha agradecido, sin embargo, la proposición que el jueves le hizo el nuevo líder de los populares, Pablo Casado, con quien mantuvo una entrevista de cerca de tres horas y le ofreció los votos de su partido en ell Senado para volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución en el caso de que la Generalitat persista con la estrategia independentista. “Si hay que volver a hablar del 155, volveremos a hablar”, ha alejado. El presidente ha defendido el precepto constitucional y ha desvelado que le pidió a Casado que su partido apoyara al Gobierno no solo en el 155, sino “en todo”. “Como hizo el PSOE cuando estuvo en la oposición con los temas de Estado”, ha recordado.